1.
¿Qué cambios tienen que afrontar los
profesores para poder llevar a cabo las escuelas inclusivas?
- Superponer la competitividad al trabajo
cooperativo, ya que incrementan las diferencias entre alumnos y no se
fomenta la convivencia.
- Adecuar el currículum a todos los alumnos y no al
revés. Que todos puedan conseguir una serie de objetivos planteados de
manera satisfactoria, por lo que además se pueda fomentar la inclusión y
el carácter enriquecedor de la diversidad.
- Que la organización del aula concuerde con la
actividad que se vaya a realizar, por lo que favorezca dicho proceso.
- Que los profesores se mantengan activos y se
formen, es decir, que no dejen de estar al día en temas educativos, saber
nuevas noticias, conocer distintas técnicas, investigas nuevas técnicas.
Así mismo, que no sea un mero transmisor de información sino que sepa
interactuar y conectar con los alumnos creando una relación positiva que
les permita avanzar en su proceso de aprendizaje.
- Mantener la relación familia-escuela como vínculo
fundamental en el proceso de enseñanza-aprendizaje.
2.
¿Cómo poder llevar a la realidad los
centros inclusivos?, ¿Qué estrategias podemos emplear para ello? . Existen
modelos de inclusión, si es así, ¿cuál se podría emplear?. ¿Disponemos de
materiales y estrategias para la perspectiva de una escuela inclusiva?
Para lograr la inclusión en los centros debemos partir de las necesidades
individuales y la adaptación de la enseñanza a los alumnos. Además, debemos
eliminar las barreras que puedan favorecer la exclusión de cualquiera de ellos.
Para ello, podemos tener en cuenta el Index for Inclusión, que es una
herramienta muy potente en este momento ya que nos guía a través de varios
pasos para favorecer la inclusión. Partiendo de la observación y clasificación
de las carencias en los centros para su posterior mejora.
Un modelo inclusivo debe basarse en el principio de no discriminación, este
es el elemento fundamental de la inclusión a nivel social. Además, debe
compensar las desigualdades sociales, personales y culturales adecuando la
educación a las necesidades y cualidades de cada alumno. Como se muestra en el
texto de Carbonell (2009) existen diversos programas inclusivos a lo largo y
ancho de la península, todos muy parecidos pero con matices que se ajustan a
cada legislación autonómica.
Existen varios modelos que son muy útiles para hacer los centros
educativos, algunos de los más interesantes y que se podrían emplear para crear
una escuela inclusiva y de calidad son:
- Programa Roma, centrado en una metodología de agrupamientos, en la que se trabaja por proyectos de investigación y que está centrado en el alumno como persona dentro de un grupo social. Este programa es muy importante ya que se puso en marcha con personas con síndrome de Down dando muy buenos resultados ya que busca cambiar la cultura de pensamiento de la sociedad empezando por las escuelas, valorando a cada sujeto como personas con dignidad y valores.
- El Proyecto Included que analiza las estrategias educativas que generan la exclusión.
- Interproyect que analiza e interviene en el fracaso escolar.
- La Ley de Solidaridad en la Educación que
fomenta la educación a través de la equidad y del respeto.
- El Plan de Acogida Lingüística y Cultural que
pretende ayudar en especial a los alumnos de procedencia extranjera.
- Escuelas de bienvenida y convivencia
democrática, estos programas buscan integrar y apoyar al
alumnado extranjero en su mayoría en el entorno social y escolar, además
de desarrollar con ellos actividades sociales y de convivencia creando
cohesión y cooperatividad entre todos los alumnos, favoreciendo así la
educación intercultural.
- Programa MUS-E, basado
en el fomento de las artes plásticas, escénicas y musicales. Este programa
basa sus principios en la integración de dichas artes dentro de la
escuela, fomentando la creatividad, tolerancia y el respeto por todas las
personas del centro.
Debemos tener en cuenta que además de lo mencionado en las aulas debe
primar la enseñanza de valores como el respeto y la tolerancia para educar a
los alumnos en la igualdad y enseñarles que las diferencias no son un
impedimento sino, que es todo lo contrario, todos podemos enriquecernos de las
características y cualidades de los demás, sean estas las que sean. Y creemos
que es fundamental que esto estuviera legislado y se obligará a llevar a cabo
para hacer de nuestras aulas un sitio mejor en el que aprender.
3.
¿Qué papel tiene el currículum en las
escuelas inclusivas?, ¿Es una ayuda?, ¿Cuál ha de ser la visión de éste para
atender a la diversidad?
En la actualidad el currículum cumple una función nula a nuestro parecer
para crear escuelas inclusivas. El currículum que ahora mismo está dispuesto en
la ley se estructura en torno a las competencias básicas, estas deberían
desarrollarse de forma cooperativa pero sin embargo, se están desarrollando de
forma individualista y competitiva. Creemos que es imposible que todos los
alumnos puedan desarrollar dichas competencias ya que la metodología usada
actualmente no proporciona ayuda al alumnado para que sea una enseñanza
heterogénea y no tanto homogénea como se dice en el texto de Pere Pujolás
(2012). Además, el currículum actual es muy común, con objetivos cerrados, con
fijación por los niveles de desarrollo que un niño debe haber conseguido a
ciertas edades y contradictorio en cuanto a que en él aparecen temas como la
diversidad y la educación para todos pero después se habla de adaptaciones
curriculares, por ejemplo.
También sabemos que el currículum que conocemos ha tenido intentos de
cambio a la hora de avanzar hacia una educación inclusiva, pero no ha cambiado
nada si nos fijamos en la inclusión como punto de análisis, ya que la educación
sigue siendo individualista y competitiva, creando así individualismos dentro
de un grupo, segregando a los alumnos por sus capacidades individuales sin
fijarse en las necesidades grupales y en cómo estas podrían abarcarse con una
enseñanza cooperativa. Además, es competitivo, esta parte crea y fomenta la
frustración entre los estudiantes.
Creemos que la visión del currículum debería ser una visión cooperativa
como hemos dicho anteriormente pero además también basado en el diálogo,
creando grupos donde no solo entre en juego la enseñanza-aprendizaje entre el
educador y el educando sino que sea una relación de enseñanza entre iguales,
dando lugar a experiencias de diálogo, discusión y cuestionamiento de ideas.
El currículum ideal para la enseñanza de todos sería un currículum basado
en la personalización del aprendizaje, es decir, sabemos que no todos
aprendemos de la misma forma por lo tanto no debemos enseñar a nuestros alumnos
como tal, por ello tendría que estar basado en diversas formas de comunicar,
presentar y enseñar a diversos perfiles basándose en la igualdad del desarrollo
de las competencias básicas. También creemos que tendría que estar basado en la
autonomía, es cierto que este aspecto se nombra en la ley, pero luego no se
explicita nada, por ello pensamos que cuanta más autonomía se fomente en las
aulas, mayor será el tiempo que se pueda dedicar para la ayuda o apoyo de los
alumnos que no son tan autónomos.
Otro punto muy importante y poco valorado en el currículum actual es el de
fomentar la educación en valores. El respeto, la participación y la convivencia
son puntos importantes a la hora de que el alumnado aprenda de forma sana,
cooperativa y grupal.
4.
¿Cómo hacer que cambien los centros hacia
una visión inclusiva?
En primer lugar, que todos los niños tengan el derecho de recibir una
educación independientemente de los factores que caractericen a su entorno,
forma de vida, etc. También, que el centro cuente con profesionales que aboguen
por el progreso y la instauración de la igualdad y la inclusión en las
escuelas, al igual que en la sociedad. Que trabajen en el desarrollo de una
buena relación alumno-profesor y también con las familias. Del mismo modo,
docentes que sepan cómo llevar a cabo la inclusión, es decir, que estén en
constante “formación” a cerca de las novedades relacionadas con la educación.
Crear un currículum que se adapte a las necesidades de la diversidad y sea
flexible. Que no se “abandone” a los alumnos que no puedan conseguir dichos
objetivos sino que se les ayude en su proceso de aprendizaje, comprendiendo que
no todos son iguales y que el mismo método no da los mismos resultados en todos
los alumnos. En definitiva, aprendizajes más vivenciales, que incluso les
permitan resolver problemas que realmente les puedan llegar a surgir.
Impulsar la idea de aprender a aprender, es decir, que el alumno ser un
elemento activo dentro de su propia educación, al igual que la posibilidad de
que se ayuden entre ellos compartiendo ideas y/o puntos de vista.
Además, que se lleven a cabo tareas más prácticas y menos relacionadas con
la teoría, memorización, individualismo, lo cual puede dar lugar a alumnos
competitivos y con falta que empatía y conocimientos sobre el trabajo
cooperativo.
En relación con el aula, que se base en una buena relación y convivencia
alumno-alumno y alumno-profesor. Ahí es donde gana mayor importancia la
diversidad ya que es un factor que encontrarán a lo largo de su vida y en
muchas situaciones, por lo que es importante incluirla, además de fomentar una
educación en valores como el respeto, la igualdad, etc.
5.
¿Es incompatible la educación inclusiva
con la educación de calidad?, ¿por qué?
Habiendo leído los textos podemos decir que la educación inclusiva va unida
a la educación de calidad refiriéndonos a esta como una educación que dé cabida
a todos los alumnos dentro de un aula, que cubra las necesidades de cada uno de
forma distinta y adaptada a sus cualidades y no de la misma forma para todos.
Además como se dice en la Guía para la evaluación y mejora de la educación
inclusiva, para que exista una educación de calidad debe darse un proceso
progresivo, un proceso de coordinación entre el equipo docente, el consejo
escolar, los alumnos, las familias y toda persona que participe en el
centro. Para que la educación sea de calidad además debe existir la
compenetración, el entendimiento y la búsqueda de soluciones por parte de todos
a las problemáticas que se presenten y buscar así posibilidades de mejora para
la inclusión que al fin y al cabo es el fin último de la educación.
Para explicar nuestra opinión creemos que el Index for Inclusion que
proponen Tony Booth y
Mel Ainscow (2000) es la base de la compatibilidad entre estas dos
educaciones. Nos ha gustado mucho la parte en la que se habla de las
dimensiones, estamos de acuerdo en que la creación de culturas inclusivas, la
elaboración de políticas inclusivas que sean innovadoras y fomenten la participación
para mejorar el aprendizaje y el desarrollo de prácticas inclusivas que motiven
al alumnado teniendo en cuenta sus conocimientos, sus experiencias vividas
tanto dentro como fuera del centro son los pasos clave para que la educación
inclusiva sea la educación que toda persona necesita, esa educación de calidad
de la que estamos a favor y que se debe crear mediante el trabajo grupal,
colaborativo y flexible.
Por todo ello, creemos que la educación inclusiva y la educación de calidad
son totalmente compatibles porque no se puede dar una sin la otra, si de verdad
queremos conseguir esa calidad.
6.
¿Cómo se puede hacer una escuela más
participativa? ¿Podemos llevarlo hacia la sociedad?
Para conseguir una escuela más participativa debemos educar trabajando
de forma cooperativa dejando atrás los modelos más tradicionales que fomentan
la individualidad del alumno.
Para poder llevar a cabo estos modelos de trabajo cooperativo podemos
consolidar unas bases parecidas a las del Programa CA/AC (Cooperar para Aprender/
Aprender a Cooperar) mencionadas en el artículo de Pere Pujolás Maset. Ya que
el pilar de éste es la interacción entre los alumnos por lo que haríamos mucho
más participativas nuestras aulas.
Las bases referidas anteriormente son:
- La personalización de la enseñanza, ya
que debemos tener en cuenta que todos nuestros alumnos son diferentes y
por ello debemos adecuar nuestra forma de guiar su aprendizaje. Para ello
podemos llevar a cabo la Programación Múltiple que nos permite enseñar los
mismos contenidos de diversas formas para adaptarnos a todos nuestros
alumnos.
- La autonomía de los alumnos,
cuanto más autónomos sean nuestros alumnos más fácil les será aprender por
ello debemos fomentar y trabajar su autonomía. Además debemos hacerles
partícipes de su propio proceso aprendizaje, como por ejemplo, cuando
eligen el rincón en el que quieren trabajar. También debemos tratar de
tener en cuenta los diferentes niveles de autonomía de los alumnos de la
clase para que los más autónomos puedan ayudar a los que no lo son tanto. Y
de esta forma enriquecerse todos de las virtudes y carencias de todos los
alumnos.
- Estructuración cooperativa del aprendizaje, si
conocemos las capacidades de nuestros alumnos podemos hacer que todos se
enseñen y aprendan de todos sus compañeros. De esta forma primará la
comunicación e interacción entre los alumnos de la clase.
Además de estos tres pilares siempre debemos intentar fomentar la cohesión
de grupo para que el clima de la clase sea lo más cómodo posible para todos los
alumnos.
Sí podemos llevarlo a cabo en la sociedad actual, pero sería mucho más
complejo que en las aulas de Infantil ya que a día de hoy tenemos implantada
una actitud egoísta que cada uno hemos ido creando debido a la propia sociedad
que nos haría cerrar la mente a esta idea. Es la “pescadilla que se muerde la
cola”, nos han criado en una actitud individualista por la que seguimos siendo
así de adultos y nos cerramos a la idea de dar y recibir de los demás. Aún así
afirmamos que es posible ya que existen grandes empresas como Apple que
trabajan a través de métodos cooperativos por lo que es posible.
Para concluir diremos que si trabajamos el trabajo cooperativo desde
pequeños como hemos mencionado anteriormente es muy posible que una sociedad
futura vida con esa actitud implantada ya que será la que ha conocido desde
siempre y en ella habrá visto las ventajas que conlleva.
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